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domingo, 15 de mayo de 2011

LA GENEROSIDAD Y LA BONDAD VIRTUDES QUE DEBEMOS ATESORAR.

Todas las virtudes que el ser humano puede tener, las que más satisfacción producen son la generosidad y la bondad. La persona que es agradecida sabe recrearse con el sol de la mañana, sabe apreciar los favores del día y sabe disfrutar del descanso en la noche. Tal persona vive en armonía con todos.

Y la persona que agradece cada favor que se le hace es también una persona que sabe dar. Ya sea que tenga mucho o poco, el dar es, para ella, su mayor satisfacción. Esta es la persona que le ha encontrado el verdadero sentido a la vida.

La bondad empieza cuando nos interesamos por los demás, teniendo un corazón sensible y compasivo con ellos. Si Dios quiere que cuidemos de los animales con cuanta mas razón debemos ver por nuestros semejantes.





El pasaje de la Biblia que más se cita trata sobre este gran don de Dios: Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna Juan 3:16.

La palabra griega para "bueno" y "benigno" es chrestos. Parte de su significado es útil, lo que demuestra claramente que, según la Biblia, la amabilidad o bondad requiere acción.

Hijitos míos, que nuestro amor no sea solamente de palabra, sino que se demuestre con los hechos. 

Hijitos opios, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.1 Juan 3:18.

A los que así hacen, el dijo: Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y malos. Lucas 6:35.



Dios nos habla en su palabra a todo a aquel que se una al ejército de Dios, para velar Por los pobres.

El que da al pobre, no tendrá pobreza; más el que aparta sus ojos tendrá muchas maldiciones Proverbios 28: 27.


Bienaventurado el que piensa en el pobre en el día malo lo librará, Jehová. Salmo 41:1 La promesa de Dios es que des al pobre y el tendrá cuidado de tu provisión.

Porque tuve hambre, y me disteis de comer. Tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me
Recogisteis; estuve desnudo y me cubristeis. Enfermo y me visitasteis, en la cárcel, y vinisteis
A mí, Mateo 25: 35 y 36.

Adoptar como práctica diaria estas grandes virtudes: el dar, el agradecer y la bondad. Son virtudes que vienen de Dios. Fue Él quien nos enseñó a dar, entregando en sacrificio vivo a su propio Hijo. A nosotros nos toca, ahora, corresponder dándole nuestra vida.

Comencemos hoy mismo a expresar nuestra gratitud. En profundo agradecimiento digamos: Gracias, Señor, por darnos tu Hijo. Te entrego todo mi corazón, toda mi voluntad en bondad y todo mi ser.



GRACIAS POR TU VISITA
VUELVE PRONTO.............